Volvemos al pedaleo en la ruta 16, que une Iquique con la ruta 5. El camino presenta la típica estructura de autopista chilena: dos carriles por ambos lados con una berma amplia.

Pasando Huara encontramos un lugar donde acampar con vista a los geoglifos de Ex Aura. Creyendo que estábamos listos para comenzar a ascender el día siguiente a Colchane, se presenta un problema: al instalar la carpa una de las varillas (el esqueleto de la estructura) se parte en dos y, a pesar de que Sylvain logra arreglarla, entramos en un dilema de volver a Iquique y comprar una nueva, ya que hace meses presentabamos problemas con los cierres. Nuestro querido refugio portátil tiene sus días contados.

Humberstone desde la ruta 5 (no teniamos intenciones de pagar por entrar).

Humberstone desde la ruta 5 (no teniamos intenciones de pagar por entrar).

Geoglifos Ex-Aura, a unos 15 km al norte de Huara en la ruta 5.

Geoglifos Ex-Aura, a unos 15 km al norte de Huara en la ruta 5.

Nuestra carpa antes del dia D.

Nuestra carpa antes del dia D.

Con la decisión lista, me comunico con mi hermana para que compre el mismo modelo de carpa por internet y que lo haga llegar a Iquique, pero ¿donde nos quedamos esta vez? ya abusamos bastante de la confianza de nuestros amigos. Le menciono a Sylvain que revisemos Warmshowers de nuevo -quizas hay miembros nuevos- y en efecto hay uno, asi que le enviamos una solicitud de urgencia desde Huara avisando que llegaremos a la ciudad al dia siguiente. Partimos de vuelta a Iquique con la esperanza de que nos responda antes de llegar.

Evidencia de que Huara es un pueblo chico: ninguna bici con candado. Foto tomada afuera de la escuela del pueblo.

Evidencia de que Huara es un pueblo chico: ninguna bici con candado. Foto tomada afuera de la escuela del pueblo.

En Humberstone prendo mi teléfono y mando un mensaje de texto a nuestro posible anfitrión. Ya en Alto Hospicio reviso nuevamente los mensajes: Joseph me dice que somos bienvenidos en su casa! Llegamos a su morada esa misma tarde y nos quedamos 3 noches con el y su familia. La carpa llega con éxito a nuestras manos y pasamos dias muy agradables compartiendo anécdotas ciclísticas. Miles de agradecimientos a Joseph por responder a nuestra urgencia y por darnos el lujo de ser sus primeros huéspedes de esta red social.

De izquierda a derecha: Luz, Sylvain, Luis (suegro de Joseph) y Joseph. Abajo: Pepito, hijo menor de Joseph. Faltan Anita e Ignacia.

De izquierda a derecha: Luz, Sylvain, Luis (suegro de Joseph) y Joseph. Abajo: Pepito, hijo menor de Joseph. Faltan Anita e Ignacia.

Me tome la molestia de ponerme la chaqueta reflactante. Es que aunque salimos de Iquique un dia domingo, el trafico era consistente en la subida a Alto Hospicio.

Me tome la molestia de ponerme la chaqueta reflactante. Es que aunque salimos de Iquique un dia domingo, el trafico era consistente en la subida a Alto Hospicio.

A diferencia de la ultima vez que salimos de Iquique, ahora nos tomamos el tiempo de sacar fotos desde la zona de salida de los parapentistas en Alto Hospicio.

A diferencia de la ultima vez que salimos de Iquique, ahora nos tomamos el tiempo de sacar fotos desde la zona de salida de los parapentistas en Alto Hospicio.

Salidos de Iquique, esperando no tener que volver en un largo tiempo, llegando al día siguiente a la ruta A-55, que va paralelo a la Quebrada de Tarapacá. Este camino se encuentra completamente asfaltado hasta Colchane y con berma que ayuda a sopesar el alto trafico de camiones y buses que se dirigen a Bolivia. El ascenso es progresivo, salvo algunas partes en las que tuve que empujar la bici. Se puede encontrar agua en una posada en el cruce que va a Tarapaca y en Chusmiza. En este ultimo poblado se pueden comprar algunos abarrotes y también pan.

Nuestra nueva carpa.

Nuestra nueva carpa.

Atardecer en Atacama, rumbo a la Quebrada de Tarapacá.

Atardecer en Atacama, rumbo a la Quebrada de Tarapacá.

En la ruta hacia Colchane: la subida pareja, sigue siendo subida.

En la ruta hacia Colchane: la subida pareja, sigue siendo subida.

Primeras vistas de la Quebrada de Tarapacá.

Primeras vistas de la Quebrada de Tarapacá.

Al fondo el pueblito de Chusmiza.

Al fondo el pueblito de Chusmiza.

Más adelante unos militares nos dieron comida. Aunque muy agradecidos nos sentimos, lo extraño fue que andaban en una ambulancia y el agua que nos dieron estaba mala, ocasionando un poco de diarrea a Sylvain – yo me salvé porque no tenia tanta sed.

"¿Qué sabes de cordillera?"

«¿Qué sabes de cordillera?»

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Los nevados de la foto anterior, pero esta vez vistos desde el este.

Paja brava everywhere.

Paja brava everywhere.

En el pueblo de Quebe no encontramos a ningún poblador, por lo tanto, nada de comida. Pero pudimos sacar agua del contenedor publico, que aunque tenia microalgas estaba buena. 

Vicuñas, paja brava y llaretas. Una combinación se repite por estos lados.

Vicuñas, paja brava y llaretas. Una combinación que indica algo: hemos llegado al altiplano.

Piuquenes in love.

Piuquenes in love.

En Colchane buscamos un lugar para cobijarnos un poco del viento de ese dia, para el siguiente comprar todo la comida necesaria para recorrer el circuito altiplanico que nos llevara de vuelta a Bolivia. Nos dirigimos hacia la posta y así pedir permiso para usar su patio, pero las circunstancias se dan de otra forma y captamos la atención de dos hombres:

– ¡Hola! ¿De donde son?

– ¡Hola! Somos de Chillán. Estamos buscando un lugar donde poner la carpa.

– ¡Pero, quédense en la parroquia!

– ¿Y ustedes no nos pueden ofrecer patio? Si es que viven acá.

– ¡Vivimos en la parroquia!

– ¡Ahhhhh!

Luego de un segundo me cayo la teja que estos dos hombres eran curas. El padre Pablo, un cura belga que vive en el norte de Chile desde hace décadas, quien se las arreglo para aprender aymara y así poder acercarse a las comunidades del altiplano, sin que estas perdieran parte de sus tradiciones. Por otra aparte, el padre Rodrigo es un joven religioso muy simpático que se radico en Punta Arenas, quien comparte nuestra misma pasión por la bicicleta, incluso entregándonos bendiciones para nuestro viaje en plena misa.

El letrero que el Padre Rodrigo fabrico a la mañana siguiente de nuestra llegada.

El letrero que el Padre Rodrigo fabrico a la mañana siguiente de nuestra llegada.

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Por una vez al mes, la policía chilena se hace la que no ve con la gente que cruza desde Colchane a Pisiga Bolivar (y viceversa) por el costado de la frontera, así tal cual lo estoy haciendo yo en la foto. Con el respaldo del Padre Rodrigo, aprovechamos el momento para comprar abarrotes en Bolivia.

Ambos padres nos ayudaron bastante: nos dieron techo, comida, y consejos para nuestro viaje. A pesar de que no compartimos su religión, debo destacar que nos trataron con mucho respeto y empatia. Nuestra estadía en estas alturas no hubiera sido lo mismo sin haberlos conocido.

De izquierda a derecha: Padre Rodrigo, Padre Pablo y la hija del cuidador de la parroquia de Colchane (lamento no acordarme de su nombre, pero la edad parece que ya me afectó).

De izquierda a derecha: Padre Rodrigo, Padre Pablo y la hija del cuidador de la parroquia de Colchane (lamento no acordarme de su nombre, pero la edad parece que ya me afectó).

Estos chilenos, siempre usurpando los terrenos.

«Estos chilenos, siempre usurpando los terrenos.» Mapa de Bolivia del Padre Pablo.