Centroamérica (o cómo pasar de Colombia a México)

INTRODUCCIÓN

El cruce por Centroamérica no fue una experiencia 100% divertida, aunque si un trámite del cual salimos sanos y salvos. Ustedes quizás estarán pensando: ¿tanto así? Así es. Después de varias semanas de postergar el escrito de esta región, he aquí los motivos empíricos de nuestro desencanto con ésta:

1.- El calor húmedo hacía el pedaleo muy incómodo; a las horas de máximo Sol estiramos al límite el tiempo de almuerzo para descansar bajo la sombra de un generoso árbol.

2.- La comida y alojamiento en general, y contrario a lo que preconcebíamos de esta región americana, son bien caros, sobre todo en contraste a todo lo que se ofrece en Colombia, desde donde veníamos viajando.

3.- Los caminos que transitamos presentan una población hacinada a lo largo, con muy pocos rincones de acceso libre para hacer camping furtivo o stealth camping. A menudo el “pueblo sin fin” era la tónica de los lugares más pobres. Esta configuración se puede entender porque el acceso a servicios como agua (no siempre potable) y transporte se encuentra allí. Bueno, eso creemos…

4.- Cruzamos esta región escapando de la temporada lluviosa, así que tiempo para disfrutar no tuvimos mucho. De todas formas las tormentas nos alcanzaron en la mitad norte de Guatemala. Error de calculo, ¡Oops!

5.- Luego de visitar parte de Sudamérica, Centroamérica no pareció realmente atractiva por los caminos que transitamos, sobre todo para nosotros que somos amantes de los paisajes montañosos y clima templado y/o frío. Además la explotación humana es bastante obvia y se observa mucho su presencia, incluyendo numerosos lugares con quema de basura a lo largo del camino (exceptuando Costa Rica y Panamá).

6.- Cambiar la plata es un cacho para tan poco tiempo de uso. Con cada cambio, algo de dinero se pierde.

En general, no sentimos realmente la necesidad de pasar mucho tiempo en esta región, sobre todo con la temporada lluviosa en la vuelta de la esquina con todo lo lindo que trae ella, dígase Dengue, Chikungunya o Zika. Asimismo, por lo que se explica en el punto 3, encontrar lugares seguros y escondidos para acampar fue complejo, pero no imposible.

PANAMÁ

Fechas de transito: 4/3/2016-26/3/2016

Sello de entrada/salida en pasaporte: SI/ SI

Impuestos de turismo: NO EXISTENTES

Rutas pedaleadas: Ruta 1 (Panamericana)

Divisa: Dólar estadounidense (billetes) y balboa (monedas).

¿Agua del grifo potable?: Si.

Cuando salimos de Ciudad de Panamá conocimos a un cicloturista español, que nos dio luces de un vídeo transmitido por la TV panameña de una trifulca de un turista con un indígena en la Comarca Guna Yala. Ya que nunca vimos el vídeo (hasta el ultimo día en Panamá) asumimos que nosotros eramos los involucrados [para entender el contexto leer entrada anterior], y esto ayudo a que nuestra salida del país fuera más que urgente, ya que no sabíamos si había una investigación detrás del asunto. Sylvain llego a pensar que le iban a prohibir la salida del Panamá, pero yo me mantuve suspicaz porque nos encontramos con policías y nunca nos llamaron la atención. Por todo esto, cruzar hacia Costa Rica fue un gran alivio.

Tratamos de cruzar Panamá con una mínima interacción con los locales dada nuestra “notoriedad”. El relax vivido en Ciudad de Panamá, gracias principalmente a la solidaridad de nuestros anfitriones Mariela y Rogelio, se esfumaba cada día que nos acercábamos a la frontera con Costa Rica. Diez días de pedaleo hacia ese país por la Panamericana pasaron lentamente, en nuestras cabezas claro está.

Con Mariela y Rogelio en Ciudad de Panamá.

Con Mariela y Rogelio en Ciudad de Panamá.

Moderno y antiguo en Panamá.

Los rascaciones de Paitilla contrastan con el casco histórico de Ciudad de Panamá.

Colchón inflable averiado. Resultado de la exposicion a la alta humedad de Colombia. Al menos logramos comprar uno nuevo en Panamá.

Colchón inflable averiado. Resultado de la exposición a la alta humedad. Al menos logramos comprar uno nuevo en Panamá (en tienda militar de Albrook), ya que en Colombia no encontramos.

El país del Canal es bastante caro y, sumado a la existencia continua de cercos perimetrales, acampar se hace muy difícil a lo largo de la Panamericana. Recurrimos a la llegada de la noche para evitar problemas con el traspaso de propiedad o preguntar en alguna compañía de Bomberos, que no siempre son silenciosas o confortables pero si receptivas con el cicloturista.

Dado que solo hay un camino que cruza el país de Oeste a Este, conocimos a muchos ciclistas pedaleando en sentido contrario al nuestro. Gracias a estos encuentros obtuvimos varias actualizaciones sobre el estado de otros países.

Por la panamericana panameña.

Por la panamericana panameña. No se engañen, aunque hay turbinas eólicas, el viento por acá no fue obstáculo.

Uno de muchos ciclistas que conocimos. Este suizo nos dijo que lo llamaramos Manolo, aunque no era su verdadero nombre.

Uno de muchos ciclistas que conocimos. Este suizo nos dijo que lo llamáramos Manolo, aunque no era su verdadero nombre.

Y en un letrero, se asoma algo de conciencia.

Y en un letrero se asoma algo de conciencia.

COSTA RICA

Fechas de transito: 26/3/2016-4/4/2016

Timbre de entrada/salida: SI /SI

Impuestos de turismo: US$ 8, sólo para salir.

Rutas pedaleadas: Ruta 2 -Ruta 34 -Ruta 27

Divisa: Colon

¿Agua del grifo potable?: Si.

Luego de cruzar la frontera el cambio paisajistico fue mejorando, incluso con los costados de la carretera bien poblado. El lado sureño tico es más lindo, si te gusta la vegetación en abundancia y playas; el norteño más seco y con caminos más estrechos. En la primera parte acampar se hace más sencillo, las plantaciones de palmas y algunos parches boscosos dan el espacio perfecto para ello. Además pudimos acceder a ríos para refrescarnos a mediodía, así como algunas playas y sentir la brisa del Pacífico. ¡Ahhh!

Acampando en una plantación de palmas aceitera.

Acampando en una plantación de palmas aceiteras.

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¡Finalmente algo de aire fresco!

Asi como se ve en esta foto, muchos puentes fueron construidos en conjunto con el gobierno estadounidense.

Así como se ve en esta foto, muchos puentes fueron construidos en conjunto con el gobierno estadounidense.

Por otro lado, Costa Rica es super turístico: a lo largo de la costa Pacífica se encuentran muchos resorts, hoteles y áreas residenciales, principalmente habitadas por estadounidenses, lo que hace que muchos letreros de bienes raíces sean bilingües. Como consecuencia, y dado el estatus alto de vida que tiene este país, los costos de comida son mayores, incluso más que en Panamá.

Caminos amplios y en buen estado en el sur de Costa Rica.

Caminos amplios y en buen estado en el sur de Costa Rica, rodeados de extensas plantaciones de palmas aceiteras. 

Sin pensar en alojarnos en una hostal, pedimos espacio para descansar con los bomberos dos veces en el sur. Fue bastante silencioso y confortable (incluso con aire acondicionado al interior de la estación). Pasamos por una semana con muchos incendios, por encontrarnos en temporada seca, por lo tanto, mantuvimos poca comunicación con los bomberos, ya que salían por horas a cumplir con sus deberes. En el norte no tuvimos mucha suerte pidiendo ayuda, pero experimentamos nuestra primera estadía en un recinto de la Cruz Roja.

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Es bastante común ver aves a lo largo del camino.

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Es siempre temporada de canto en Costa Rica.

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Vista del océano Pacifico. No muy lejos ocurría un incendio.

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Costa Rica tiene la fama de ser un país muy a la vanguardia en conservación, si hasta sus letreros camineros lo prueban.

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¡Esta vez no hay forma de bañarse en este rio! (Rio Tárcoles)

Cruzamos Costa Rica solo en 6 días, así que no hay mucho más que decir…

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«Gracias por venir, pero antes de salir pase a la caja.»

NICARAGUA

Fechas de transito: 4/4/2016-15/4/2016

Timbre de entrada/salida: SI /NO (¡Atención! Aquí entramos a la alianza llamada C4, compuesto por: Nicaragua, Honduras, El Salvador y Guatemala. Quienes dan 3 meses para recorrer los 4 países).

Impuestos de turismo: Al entrar cobran US$ 1 (impuesto de la alcaldía municipal) + US$ 10 (tarjeta de turismo) + US$ 2 (impuesto gubernamental). Y al salir cobran US$ 2.

Rutas pedaleadas: Ruta 1 -Ruta 28 -Ruta 12- Ruta 24

Divisa: Córdoba.

¿Agua del grifo potable?: Si, aunque es bueno preguntar antes por los cortes en algunas zonas.

Nicaragua supuestamente es el país más barato de Centroamérica. Aun así es un poco más caro comer acá que en Colombia y los precios de los alojamientos son mayores que los ecuatorianos. Sin embargo, después de dos semanas de acampar, llegando a Granada, ciudad aledaña al lado Nicaragua, nos dimos el gusto de pagar por un alojamiento (US$15 por los dos). La primera noche pagamos por tener chinches en la cama y tuvimos que dormir en la carpa de todas formas. Ya en Managua tuvimos mejor descanso, al quedarnos en casa de Orlando y su familia, donde nos sentimos tan a gusto que permanecimos allí por 5 días. De nuevo Warmshowers (WS) se convierte en una herramienta para encontrar personas que nos entregan amistad y hospedaje en nuestro viaje.

¿Chinches en la cama? Suena como un trabajo para super Carpa.

¿Chinches en la cama? Suena como un trabajo para Super Carpa 😛

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Iglesia La Merced, Granada.

El señor Ortega entregando su omnipresencia caminera.

El señor Ortega entregando su omnipresencia caminera.

La parte entre el lago Nicaragua y el océano Pacifico es muy ventosa. La desventaja de pedalear con viento fue compensada con la frescura del mismo.

Cuando circulamos por Nicaragua, había un problema serio de sequía. A pesar de esto, el agua de la llave es potable en general, siempre y cuando no la hayan cortado. Preguntar siempre a los locales antes de beber.

Un rio seco en Nicaragua, a pocos kilometros de Granada.

Unp de los tantos ríos secos en Nicaragua.

Al pasar Managua, la temperatura oscilaba entre 35 y 40°C cada tarde, con un porcentaje altísimo de humedad. A falta de aire condicionado, bien sirve pedalear, porque incluso descansar debajo de una sombra no garantiza sentirse cómodo en este clima.

Nicaragua un país globalmente pobre y un tanto atestado de viviendas y cercos a lo largo del camino, no obstante fue posible encontrar lugares para acampar al final del día, principalmente cuando los campesinos volvían a sus hogares dejando los campos de cultivos. Podríamos haber pedido permiso con algunos habitantes, pero no fue necesario.

País barato o no, queda a criterio del viajero, pero hay varios impuestos de entrada y salida: US$ 15 para un territorio pequeño parece un chiste. No obstante creemos que Nicaragua pudo haber merecido más exploración en caminos alternativos o incluso de ripio alrededor de los lagos y volcanes, siempre y cuando la temporada seca nos hubiera acompañado.

Lago Managua.

Lago de Managua.

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Volcán Momotombo.

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Sylvain con Antoine, Karl y Holly, tres de los tantos cicloviajeros que conocimos en Centroamérica.

Después de 12 días en Nicaragua, ya nos encontrábamos listos para cruzar hacia Honduras y luego El Salvador, países con pésima reputación. Pero la gran mayoría de cicloviajeros que conocimos nos contaron que no tuvieron mayores problemas en ellos.

HONDURAS

Fechas de transito: 15/4/2016-17/4/2016

Timbre de entrada/salida: SI /SI

Impuestos de turismo: Al entrar cobran US$ 3

Rutas pedaleadas: Ruta 3-Ruta 1

Divisa: Lempira

¿Agua del grifo potable?: No

El plan de cruzar Honduras era simple: 140 kilómetros aproximados de camino, con la mitad plana y el resto con colinas, siguiendo la ruta más corta hacia El Salvador. Hay una opción de evitar Honduras cruzando en lancha por el Golfo de Fonseca, desde Nicaragua a El Salvador, pero luego de nuestra desventura cruzando el archipiélago de San Blas preferimos probar nuestra suerte por tierra.

Nuevamente encontramos alojamiento gracias a WS y pasamos dos noches en la casa de Jaime y sus padres en Choluteca, pero estuvimos solo dos días pedaleando en tierras hondureñas. Por lo mismo, no tenemos mucho que decir sobre el país, salvo que pasamos por un área muy seca, con la clásica configuración de muchas viviendas a lo largo del camino.

No tuvimos dificultades pero escuchamos mucha mierda de todas formas. Parece que es un hobby gritarles a los cicloturistas cuando pasan, muy probablemente porque somos los únicos turistas que ven. Los gritos van del clásico “¡gringoo!” hasta “¡dame un dólar!”, y no hay limite de edad para hacerlo: desde mocosos hasta seniors, y si uno de ellos empieza el resto les sigue. Solución: hacer un buen playlist y dejar que la música ensordezca la estupidez, porque tratar de convencer a la gente que sus gritos son molestos no sirve.

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La única foto de Honduras: vista de bahía de San Lorenzo, en el Golfo de Fonseca.

En comparación, entrar a El Salvador fue un alivio, casi como entrar a un país más civilizado solo porque la gente no te “ladra” para llamar tu atención.

EL SALVADOR

Fechas de tránsito: 17/4/2016-24/4/2016

Sello de entrada/salida en pasaporte: NO /NO.

Impuestos de turismo: NO EXISTENTES

Rutas pedaleadas: Ruta 1E- Ruta 2

Divisa: Dólar estadounidense.

¿Agua del grifo potable?: No.

El Salvador es el otro país “malo” de Centroamérica, con la criminalidad de este, cualquier población de Santiago parecería una Sala Cuna. Por esto ver guardias privados con escopetas es el pan de cada día. No hay ni una sola estación de servicios, supermercado o banco donde no vimos la presencia de estos personajes con chaleco antibalas.

Por lo que respecta tampoco tuvimos problemas, excepto con los múltiples pinchazos ya que las bermas están llenas de residuos de llantas camioneras.

Entrando a El Salvador con un camino en muy buen estado.

Entrando a El Salvador con un camino en muy buen estado.

Escogimos seguir los caminos de la costa lo que más se pudiera, con el fin de evitar al máximo ciudades muy grandes. El paisaje empieza a mejorar, en parte por tener menos densidad poblacional, sobre todo al este del país, donde encontramos a un gran anfitrión de WS llamado José, muy cerca de la playa El Cuco, quien tiene grandes historias sobre su país natal y el exilio que vivió en Quebec debido a la guerra civil.

Sylvain conversando libremente en francés con José.

Sylvain conversando libremente en francés con José.

En El Salvador tuvimos que pedir permiso casi todas las noches para acampar en un patio o campo por lo mismo de siempre: terrenos eternamente cercados y alta presencia poblacional a lo largo del camino. Con ello la basura quemada en el camino, porque no hay servicio de retiro de la misma, excepto en las ciudades. También los ríos se ven muy contaminados porque se usan para lavar ropa y autos. No nos atrevimos ni siquiera a filtrar el agua de estos, pero si la de la llave, que tampoco se puede tomar directamente.

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En la Cordillera Jucurán, ruta 2 de El Salvador.

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Plantación de caña.

Mujeres lavanderas y niños bañandose.

Mujeres lavanderas y niños bañándose. Con tanto detergente el rio no podría quedar más limpio :/

El país es sorprendentemente caro, considerando el nivel de pobreza que se observa. El uso del dólar como divisa oficial tampoco ayuda. Afortunadamente, es chico así que se puede cruzar en menos de una semana a buen ritmo y poniendo buena cara al calor tropical.

GUATEMALA

Fechas de tránsito: 24/4/2016-30/4/2016

Sello de entrada/salida en pasaporte: SI/ SI

Impuestos de turismo: NO EXISTENTES

Rutas pedaleadas: Ruta 1- Ruta 2

Divisa: Quetzal.

¿Agua del grifo potable?: No

Al entrar a Guatemala se respira otro aire. Se ve más limpio (no al 100% pero mejor), un poco más barato y más turístico, lo que da una sensación de seguridad.

Por primera vez en Centroamérica pensamos en subir hacia zona montañosa, para por fin tener un poco de aire fresco y admirar uno de los lugares más lindos en Guatemala:el lago Atitlán. Pero exactamente en nuestro segundo día en este país, comienzan las lluvias tormentosas vespertinas que empeoran cuando llega el momento de decidirse a ascender o no. Por ultimo resolvimos mantenernos en la calurosa costa, pero esquivando lluvias frías y con un cielo nublado que no nos dejaría ver la montaña.

Plantación de caucho chapin.

Plantación de caucho chapin.

El cruce por Guatemala fue igualmente corto … y nuevamente no podemos dar una opinión justa sobre el país. Seguir el camino de la Panamericana a nivel del mar es un tanto somnífero salvo por la presencia de camiones y intermitencia de la berma. Acá el espejo retrovisor es esencial.

La berma de Guatemala es muy buena...cuando la hay.

La berma de Guatemala es muy buena…cuando la hay.

CONCLUSIÓN

Muchos cicloturistas nos comentaban maravillas de México y eso nos daba un impulso diario para seguir hasta dicho país, usando Centroamérica como un puente simplemente. El final de la parte aburrida de nuestro viaje llegaba a su fin, ¡la recompensa está cerca!

Como corolario de esta travesía llegamos a la reflexión de que fue algo que teníamos que hacer pero que no repetiríamos.

Y finalmente la recompensa es poder ver la bandera mexicana flameando.

Y finalmente la recompensa es poder ver la bandera mexicana flameando a poco metros.

2200 kilometros de pedaleo en poco menos de dos meses.

2200 kilómetros (aprox.) de pedaleo en un poco menos de dos meses.


De Arequipa a la capital, Lima.

Como es de esperable el camino desde Arequipa hacia el mar va en descenso, en su mayoría. La parte que va de ruta 30A hasta el cruce con la Panamericana (ruta 1S) es escarpado y nos topamos con varios ciclistas que aprovechan el sitio para entrenar. Hay bastante trafico de buses, pero la berma, aunque estrecha, permite una circulación fluida.

Saliendo de Arequipa por la ruta 30A.

Saliendo de Arequipa por la ruta 30A.

En la Panamericana.

Primeras vistas de la Panamericana.

Unos cuantos kilómetros antes de Camaná las nubes se presentan hasta formar una densa neblina en la tarde que nos obliga a protegernos del agua que se deja caer. La niebla es tan densa que no se ve el camino a 40 metros. A la mañana siguiente el panorama sigue igual hasta que descendemos a la costa, donde el cielo se despeja bastante.

La neblina costera se aproxima.

La neblina costera se aproxima.

Y con esa neblina un poco se vegetacion silvestre se aprecia entre las dunas.

Y con esa neblina un poco de vegetación silvestre se aprecia entre las dunas.

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La niebla mañanera.

Entrando a la panamericana y la sensación de incertidumbre se nota, a pesar de que tomamos la decisión de viajar por acá con bastante cautela y conocimiento. Entonces ¿por qué seguimos pensando con duda sobre esta opción? Tomamos el camino mas transitado del Perú a cambio de estabilidad climática (en la medida de la posible) que entrega el estar al lado del mar, dejando de lado los bellos paisajes de la Sierra Peruana, de los cuales casi todos los ciclistas que hemos conocido nos habían contado, sin dejar de lado el hecho que estos caminos son muy difíciles. Pero en fin, a veces es necesario avanzar con vistas repetidas pero con un poco de seguridad (repito, en la medida de lo posible), a tener quizás la posibilidad de apreciar bellos paisajes tapados por nubes y/o lluvias, que oscurecen todo, incluso el espíritu del cicloturista mas aguerrido.

"Hola! Soy el asfalto de la Panamericana. Te daré estabilidad en tus movimientos, pero no te aseguro que estaré limpia" Con este clavito nos recibe Camaná, primera ciudad en nuestro trayecto costero.

«Hola! Soy el asfalto de la Panamericana. Te daré estabilidad en tus movimientos, pero no te aseguro que estaré limpia».  Con este clavito nos recibe Camaná, primera ciudad en nuestro trayecto costero.

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A las afueras de Camaná comenzamos a ver las ventajas de la mezcla del cálido y más estable clima que entrega el mar, y los ríos que cruzan el camino.

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En el camino desde Camaná a Lima, este tipo de vista se repite varias veces: entre sustratos arenosos y rocoso, un río se abre paso formando una quebrada donde el verde predomina.

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Y de nuevo…

Nuevamente...

Y de nuevo…

La decisión sigue en pie y solo nos queda avanzar hacia el norte con el mar a nuestro lado, aguantando los incesantes bocinazos de vehículos que insisten en meter ruido, cuando hay suficiente espacio para todos. En realidad nunca supimos si los bocinazos eran para saludar o para avisar que nos moviéramos. Sin embargo, esta acción sencilla pero molesta se vuelve muy común en la panamericana, así como en muchas ciudades que hemos visitado en Perú. Camiones, autos y buses lo hacen. Parece que en vez de disminuir la velocidad, los chóferes prefieren tocar la bocina. Y en la ciudad, incluso la usan para llamar tu atención por si necesitas un taxi o lo que sea. Definitivamente, algo que no extrañare cuando me vaya del país.

Y fuera de la monotomia, podemos ver a una familia de delfines.

Y fuera de la monotonía, podemos ver las aletas dorsales de una familia de delfines.

El infaltable faro.

¿Que sería de un viaje por la costa sin ver un faro?.

Después de un par de días descansando en Chala, seguimos el rumbo y conocimos cerca del sur de Nazca a Jamie, un viajero escoces que se traslada corriendo desde Canadá con destino a Buenos Aires. Luego de hablar por varios minutos nos despedimos. Conocerlo rompió la ansiedad que hace días me aquejaba -incluso llegue a pensar en volver a Chile- y me entrega motivación para seguir.

Praderas verdes, un microclima en el norte de Chala.

Praderas verdes, un microclima en el norte de Chala.

Con Jamie, el "Forrest Gump" escoces.

Con Jamie, el «Forrest Gump» escoces.

Arenamiento total: otro proceso muy tipico de viajar por la Panamericana peruana.

Arenamiento total: otro proceso típico de viajar por la Panamericana peruana.

En la foto no se nota, pero ese auto que esta en la pista es parte de una carrera de autos que presenciamos antes de Nazca. Si! Una carrera de autos autorizada en plena Panamericana.

En la foto no se nota, pero ese auto que esta en la pista es parte de una carrera de autos que presenciamos antes de Nazca. Si! Una carrera de autos autorizada en plena Panamericana!

En Nazca nos detenemos por un día para dejar descansar mi sistema digestivo. Los casos de diarrea para ambos se hacen cada vez mas comunes en Perú, pero nada que un buen reposo y una dieta vigilada no puedan resolver. Días después en Lima me dare cuenta que esto no es suficiente…

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A falta de viaje en avioneta, buena es la foto con el letrero.

Y asi, piolita al norte de las lineas de Nazca, se pueden ver Geoglifos de Palpa. Definitivamente, Peru es el pais para estudiar arqueologia.

Y asi, piolita al norte de las lineas de Nazca, se pueden ver los Geoglifos de Palpa. Definitivamente, Perú es el país para estudiar arqueología.

Afiches de Corridas de Toros. Me entero de esta forma que acá es legal la tauromaquia.

Como en otros paises de Latinoamérica, la tauromaquia también se permite en Perú.

Los rumores son ciertos. Michelin y yo hicimos la misma dieta.

Parece que Michelin hizo la misma dieta que yo.

Los dias avanzan y nosotros también, y el 21 de octubre llegamos a Ica, capital del departamento con el mismo nombre. Su clima es seco y cálido, haciéndolo propicio para el cultivo de la vid, y es en las cercanías de esta ciudad donde se fabrican los mejores piscos de Perú, según los locales.

Es también en Ica donde nos recibe Berly, quien nos hospeda durante 3 noches en su casa en el distrito de Parcona, en una zona residencial tranquila y alejada del trafico, es decir, sin bocinazos constantes. Uff!

Con Berly en Ica.

Con Berly en Ica.

Después de este descanso seguimos por la panamericana camino a Lima. Debo destacar que el tramo entre Ica y Lima es muy poblado y con muchos cultivos, por lo que acampar se hace bastante difícil. Pero la alta presencia de plantaciones tiene un punto de vista muy bueno: los precios de las frutas de la zona son bajos, sobre todo de los plátanos y pepinos dulces (pepinillos les dicen acá). Estos últimos son difíciles de encontrar en mi ciudad, así que aprovecho varias oportunidades para comerlos.

Como decía antes, encontrar un lugar para acampar es TAN difícil que el día antes de llegar a Mala no nos queda otra que instalarnos al lado de una antena de celular, cuya alarma se activo a las 3 AM, muy probablemente por los jotes que se posaban sobre ella.

Con el descanso interrumpido, partimos bien temprano la mañana siguiente a Mala. Hacemos el esfuerzo de pedalear 80 km ese día para evitar volver a acampar en tan malas condiciones, y esperando que nuestra anfitriona, Lula, no se moleste porque llegaremos un día antes a su casa. Resulta que ella nos recibe sin ningún problema, y pasamos 4 noches en su alojamiento. Si, leyeron bien. Lula da hospedaje gratis por medio de Warmshowers a ciclistas, pero su negocio es un alojamiento. Es por ello que quiero destacar lo solidaria que es Lula con los cicloturistas. Nos trato como reyes, hasta nos prepara unos piscos sour que le hacen justicia al origen de este destilado.

Con Lula en Mala.

Con Lula en Mala.

Para nuestra sorpresa, también ella nos consigue un alojamiento al sur de Lima, con unos hermanos ciclistas llamados Roxi y Eduardo Vasquez en Surco, quienes el 30 de octubre nos reciben con los brazos abiertos y con deliciosas comidas, así como interesantes conversaciones en torno al tema ciclístico.

Roxi trabaja para la municipalidad de Lima con la organización CICLOLIMA, que abre espacios para el transporte no motorizado en esta ciudad.

También en su casa conocemos a Moisés, otro ciclista limeño, fundador de la comunidad Peru Riders”, que organiza viajes en bici a diferentes parte del país, varios de los cuales han hecho junto a Roxi y Eduardo.

Luego de una tranquila noche de sueño, a la mañana siguiente y gracias a la orientación de Roxi, Eduardo y Moisés, nos dirigimos a Pueblo Libre, donde nos espera Francisco. Recorremos parte de la costanera y apreciamos la presencia de ciclovias en la ciudad.

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De izquierda a derecha: Roxi, Luz, Sylvain, Eduardo y Moisés, en la costanera de Lima. Créditos para Moisés por la foto.

Ya donde Francisco, un cientista político/ instructor de yoga y ciclista, conversamos sobre muchas temas de actualidad y personales, y aprovechamos la ubicación para comprar repuestos de bici en la calle Emancipación, donde existe una amplia oferta de partes de bicicleta.

Quiero destacar a Francisco, porque a pesar de tener poco espacio para hospedarnos, aun así nos dijo que si a quedarnos con él. Eternamente agradecidos de ti, Fran!

Con Francisco afuera de su hogar.

Con Francisco afuera de su hogar.

Nuevamente nos movemos de lugar («en la variedad está el gusto»). El lunes 2 de noviembre nos vamos al departamento de Mathilde en Magdalena del Mar. Ella es una estudiante de intercambio, originaria de la Isla Reunión (departamento de ultramar francés al lado de Madagascar). Este lugar había sido visitado por Sylvain ya dos veces cuando estaba en sus veintes. Es por esto que estaba muy interesado en conocer a Mathilde, ademas del hecho de que podrían hablar en francés sin problemas (Sylvain ya llevaba casi un mes sin hablar su lengua materna).

Con Mathilde en su departamento.

Con Mathilde en su departamento. ¿Quien diría que un día podría estar sentada en la misma mesa compartiendo con una reunionés y un parisino en Lima? 🙂

La estadía con Mathilde y sus compañeras de piso españolas (Clara y Iciar) sale como esperábamos. Mathilde es muy inteligente, curiosa y nos hace sentir como en casa desde el principio. También nos dejo quedarnos un día mas de lo esperado porque, como les mencione en unos párrafos antes, mis problemas estomacales volvieron, a pesar del descanso y la dieta. Tanto así que fui al hospital de la Solidaridad para que el medico de turno que hiciera algun examen. Bueno, resulto que la medica gastroenteróloga no me quiso hacer ningún examen, a pesar de que levaba 4 días con diarrea y malestar, porque no tenia fiebre. Me recetó un montón de cosas solo para consolidar el estado de la caca (!), y solo antibióticos si tenia fiebre. Al final no le hice caso, y seguí el consejo de mi prima Ana, que también es Medico con especialidad en infectologia, pero en Buenos Aires. Me tome el medicamento Ciprofloxacina de 500 mg cada 12 horas por 5 días y me mejoré! La médica peruana me dio a entender que me había hecho mal la comida por los aliños (!), pero creo que no es posible hacer un diagnostico verdadero si no se tiene un examen adecuado. En resumen, gastamos 2 lucas y una espera de 3 horas para una atención de 5 minutos y un examen que nunca se realizo, para terminar siguiendo las recomendaciones de una médica que ni siquiera me vio y que esta a miles de kilómetros de distancia.

En general, nuestra estadía en Lima fue bien provechosa, conocimos gente espectacular, y hicimos todos lo tramites que teníamos pendientes para hacer en una capital.

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Atardecer en la nublada Lima.

Y así se pasaron volando mas de 1000 kilómetros desde Arequipa. Cumbia y fuera.